viernes, 24 de julio de 2015

la pintura

En "casa de la abuelita", se hacía de tó, porque había sitio y necesidad de hacer. Era cuestión de fijarte y ver cómo cualquiera de los tíos y tías estaban o podando las madreselvas, o sulfatando la parra o pintando las vallas metalicas que había entre el "jardín" y el "patio grande".
Estaba tía Isa en eso y, al fijarme en cómo lo hacía, me ofrecí a hacerlo yo. 
Estaba claro que las primeras recomendaciones de los mayores no iban a ayudar. Es complicado, tú eres muy chico, te vas a manchar y esa pintura no sale.... Pues bien, yo tuve que dar un coñazo muy gordo al respecto porque, al fin, tía Isa me citó para el día siguiente, me daría una lata y un pincel y yo.. pintaría.
Llegué más que dispuesto y, evidentemente, tía Isa tenía el material preparado. Advertencias oportunas y me voy, con la lata en la mano al lado más cercano de las escaleras que subían a la cámara de encima de la cocinilla.
En la izquierda la lata, en la derecha el pincel. Apunto con el pincel a la pintura que contiene la lata, empujo y, no se hunde y, si no se hunde, no se moja, y si no se moja, no arrastra pintura. Supongo que es que está "un poco" seca. Aprieto, ya con fuerza sobre la pintura y algunos pelos del pincel rompen la capa superficial.
Observo cómo sale el pincel de la lata....ná, tres microgramos de pintura. Lo acerca a las pletinillas de metal que componían la valla y.... pinto.
Ná, tres microlíneas de verde carruaje que dificilmente tapan lo que había antes.
Esto no puede ser así, yo he visto a los mayores pintar y lo hacen de manera mucho más natural y sobre todo... más fluida.
Pero no me rindo, vuelvo al tema y, al cabo de ¿cuarenta? veces, me va dan la sensación de que la pintura no está tan dura de que ya he extendido al menos 20 miligramos de pintura sobre el metal.... pero, me fijo, ¡si parecen bolillas de pintura!.¡En ningún caso hay lámina extendiéndose!.Además ¡las bolillas se caen! y, ahora que me fijo, el pincel es extremadamente corto....
Me da mala espina, me da la impresión de que me han hecho el favor de dejarme pintar, pero no me han facilitado la cuestión....¿será que los chicos no debemos pintar?,,,,Me voy descorazonando y, en esto, llega mi padre y dice, "¿Cómo te va?".....Observa lo 'avanzad' y dice, "anda, déjalo" y... lo dejé. O sea, que mis inicios pintureros en casa de la abuelita fueron un rotundo fracaso.....

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