domingo, 7 de febrero de 2016

el patio de casa de la abuelita

El patio de mi casa
es particular, 
cuando llueve, se moja,
como los demás...
La primera estrofa es más verdad que la segunda. Es más, la segunda, trivializa la primera y, la verdad, el patio de -casa de la abuelita- era particular. Único, asombroso, grandioso, especial, polideportivo, polifacético, formativo, creativo....
O sea, especial.
Era grande, pero no inmenso, era caluroso, pero soportable, era frío, pero también se soportaba, era nuestro sitio, el de los menores, sobre todo cuando los mayores estaban comiendo.
Nos dejaban solos. Cada uno vigilaba su quehacer y el de los pequeños que estuvieran alrededor. Proponía qué hacer o se adhería a los que estaban haciendo algo. O sea, formativo, cooperador de individuos que casi eran sujetos o sujetillos/as.
Pero, creo que ya he hablado de él en algunas ocasiones así que, ahora, añado una que, también creo, se me había olvidado.
El patio de casa de la abuela tenia una "vía de escape", como los teatros modernos y los grandes edificios. No era una escalera "de incendios", pero era una escalera y, casi, tenía instrucciones.
A saber:
Verano, por la tarde, empezando a entrar la fresquita si es que alguna vez entraba en los tórrridos estíos linarenses. En el patio, en la mesa de caballetes, abuelos, tías y tíos y algunos primo-sobrinos más.
De pronto, suena el timbre. Uno de nosotros va raudo a abrir.  (No sé por qué, pero  a mi generación la recuerdo, como gran respondedora ante los timbre de teléfono o de puerta de la calle).
Se abría la puerta, en ella aparecían algunos de los tios tíos, es decir, el Tío Luis Garzón, la Tía Mercedes, Grego-Juan, Luis Cobo o alguno de ellos. 
El que había abierto la puerta decía "hola", les dejaba pasar y volvía al patio diciendo.... "...esto, esto, son los tíos....(no sabíamos con precisión sus nombres y categorías)... de la calle del Doctor, o , de la que vive cerca de Santa María...y así".
Inmediatamente, reacción en el patio, mientras algunos ponían las sillas y butacas algo más ordenadas, se observaba como los abuelos se levantaban de las suyas para ir a saludar
Inmediatamente después, es decir, antes de que entraran en el patio, funcionaba la escalera de incendios: tío Pepe, tío Rafa y, una vez yo, raudos hacia la ventana del comedor, escalándola hasta el "cuarto de las niñas" y, ya dentro de la casa, desaparecer.

El patio de mi casa es particular.... tiene escalera de evacuación rápida.


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