viernes, 8 de febrero de 2019

Instancias y concesiones

(8 de Febrero de 2019) (En FB "Martínez")

Hoy es viernes y, como tal, me ha tocado la experiencia -continuada y sempiterna- de convivir con las niñas de la familia.
Como siempre y, por los siglos de los siglos, amén, lo he pasado bien y he tratado de que lo pasáramos bien.
Por ello, hemos hablado de la familia, pero hemos ido derivando hacia un espectro marrón que, en cierta forma, me da pudor reflejar aquí. Digamos que ha sido un aspecto coyuntural, pero congruente con varias circunstancias. No me arrepiento del mismo.
Sin embargo, me ha quedado lo mejor.
También, como casi siempre, hemos mencionado anécdotas que tienen que ver con mi padre y, como en la reunión se me ha olvidado una, la digo aquí, para goce -espero- de tirios y troyanos.
Resulta que un día me encontré -hace ya algunos, demasiados, años- con la señora o señorita que fue secretaria de mi padre en la delegación de educación.
Me contó algo que se me quedó clavado pero, mejor que relatar lo que me dijo -que lo expondré después-, atengámonos a la anécdota.
Un señor, de cualquier lugar de La Vega de Granada, llega a la Delegación de Educación, de cuando estaba en la calle Duquesa. Cruza el "patio" y se dirige a cualquiera de los funcionarios que están en el mostrador: "mire usted, soy de Gabia, tengo un niño, que tiene 13 años, que ha estado con su madre.... y patatín y patatán.
El funcionario, o no lo entiende, o no alcanza a poder contestarle. Lo envía a otro colega.
Al cabo de un rato, el otro colega, lo envía a otro hasta que, por fin, uno de ellos dice: 'Este es un tema de D.Nicolás".
Y allá que lo envían. subiendo al primer piso, en la esquina de la derecha, por las escaleras normales.
El tal señor, de cualquier lugar de la Vega de Granada, llega a D. Nicolás y le explica su tema.
El tal señor, D.Nicolás, mi padre -nuestro padre-, lo oye y con su supermagnífica letra escribe: "fulano de tal, mayor de edad, con domicilio en... y d.n.i. tal, expone que.....y .... suplica a V.I. que....".
Hasta aquí normal, dentro de la praxis profesional del padre, pero, lo más gracioso y ahora estoy contando lo que decía la secretaria es que ella tenía que transcribir a máquina una petición hecha, con una letra característica a tope, y la concesión de la petición, con la misma letra.
"Esta Delegación, ha tenido a bien considerar su petición y, en virtud del Decreto número tal.... y tal... y cual, otorga una moratoria al plazo de matrícula para que...".
Ella -la secretaria- presumía de que era el único caso en que un señor, identificado con su letra, instaba a otro señor que, con la misma letra, otorgaba.
Vamos, decía, ni en la casa real ni en ninguna otra casa del mundo.
Para mí, magnífico.

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