Todo momento era bueno para ir al campo, y aqui están los tres grandes de la familia aprovechando una tarde soleada de primavera. Muy serios y muy compuestos pero seguro que con muchas ganas de ponerse a jugar en las eras o esconderse entre los jaramagos, que entonces crecían tan salvajes que bastaba con agacharse un poquillo para que nadie pudiera encontrarte entre ellos.
miércoles, 29 de abril de 2009
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